lunes, 28 de noviembre de 2011

La felicidad y la tablas de multiplicar

A Vanesa y... su hermana Virginia.

Hemos estado hablando con el tutor de nuestro hijo pequeño –ocho años–. Nos ha recibido con esta frase: "¿Qué hacemos con este chico tan feliz?", o algo así. He estado por decirle: "Me basta con eso, podemos terminar la entrevista"; pero hemos continuado, porque había cosas de que hablar. Cuando te confirman que tu hijo es feliz, las tablas de multiplicar, tan reivindicativas ellas de su derecho a ser recordadas, se repliegan al lugar que les corresponde. Pero seguimos hablando, porque estudiar y aprender las tablas de multiplicar forma parte –aunque sea una pequeña parte– de la felicidad de nuestro hijo.


El deber de ser joven

De vez en cuando releo algunas páginas de Mal de escuela. Aprendo. Hoy me he vuelto a encontrar con esto:

"Nuestra época se ha impuesto el deber de la juventud: hay que ser joven, pensar joven, consumir joven, envejecer joven, la moda es joven, el fútbol es joven, las radios son jóvenes, las revistas son jóvenes, la publicidad es joven, la tele está llena de jóvenes, internet es joven, el famoseo es joven, los últimos supervivientes del baby boom han sabido permanecer jóvenes, hasta nuestros políticos han acabado rejuveneciendo. ¡Viva la juventud! ¡Gloria a la juventud! ¡Hay que ser joven!"

Me he acordado de la escritora que se suicidó para no hacerse vieja... Lo recorté del periódico. El titular decía: "¿Quién mató a Marta Lynch?"




sábado, 26 de noviembre de 2011

¡Inventemos la educación!

¿Cómo diseñaría yo la educación (la educación escolar)... si tuviera ese poder? ¿No os ha tentado nunca esa idea? Os invito a soltar la imaginación.
Caben diferentes enfoques. Empiezo por uno: el enfoque antropológico. Podemos definir los contenidos de la educación a partir de la estructura de la persona; cada uno de los elementos constitutivos de la persona requiere desarrollo, formación, crecimiento ayudado (eso es la educación):

1) La corporalidad.
2) La sensibilidad (sentidos y sentimientos).
3) La racionalidad (entendimiento y voluntad).

La formación de la persona y de la personalidad debería, por tanto, estar vertebrada en torno a estos ejes, al menos en los años de enseñanza obligatoria:

1) La formación física: deporte, danza, expresión corporal.
2) La formación artística y artesanal: expresión plástica, musical, literaria, "manualidades".
3a) La formación intelectual: desarrollo del razonamiento, la reflexión y el sentido crítico por medio del aprendizaje de contenidos culturales y el lenguaje.
3b) La formación del carácter, que es educación de los sentimientos y de la voluntad. ¡Esto es la educación en valores de verdad, la formación moral!

Es un principio. Ahora habría que responder a algunas cuestiones; por ejemplo: ¿cuánto tiempo dedicamos a cada cosa? Y otra previa: ¿cuánto tiempo es conveniente que pase un niño, un chico, un adolescente, en la escuela (en la escuela-escuela, no en la escuela-guardería)? Pienso que diariamente tendría que haber actividades físicas, artísticas e intelectuales en la escuela, colegio o instituto, y, semanalmente, actividades dirigidas a la formación del carácter (que indirectamente impregna toda actividad en cuanto requiere esfuerzo, disciplina, respeto a los otros, compañerismo, etc.).

¿Os animáis a seguir en esta línea? ¿Qué pensáis sobre esto? ¿Qué otros enfoques os parecen relevantes para inventar la educación?

Delibes en salsa de tweets

Aunque este blog va de educación, no me resisto a recoger unas frases del discurso que pronunció Miguel Delibes al ingresar en la RAE. Lo acabo de leer en el último numero de Nuestro Tiempo, en un artículo de tweets encadenados (¿¡encadenados a un discurso!?: me gusta la contradicción). Aunque llevan fecha de 1975, estas palabras resultan actualísimas:

"El verdadero progresismo no estriba en un desarrollo ilimitado y competitivo, ni en fabricar cada día más cosas, ni en inventar necesidades al hombre, ni en destruir la Naturaleza, ni en sostener a un tercio de la Humanidad en el delirio del despilfarro mientras los otros dos tercios se mueren de hambre, sino en racionalizar la utilización de la técnica, facilitar el acceso de toda la comunidad a lo necesario, revitalizar los valores humanos, hoy en crisis, y establecer las relaciones hombre-naturaleza en un plano de concordia. (...) Negar la posibilidad de mejorar y, por lo tanto, el progreso, sería por mi parte una ligereza; condenarlo, una necedad. Pero sí cabe denunciar la dirección torpe y egoísta que los rectores del mundo han impuesto a ese progreso."

Ahora que lo pienso: sí que habla de educación...

domingo, 13 de noviembre de 2011

Enseñar es divertido

He leído en el blog de José Javier Ruiz (exalumno, colega y, sobre todo, amigo) una historieta, que parece del siglo pasado y es muy actual: El corcho. La idea de fondo –sencilla– es de las que conviene recordar: el principal recurso educativo es... ¡el profesor! Este axioma tiene un corolario: el profesor hace el método, no el método al profesor.
Un buen profesor hace maravillas con pocos recursos y hace bueno casi cualquier método. Un mal profesor desperdicia los recursos a su alcance, por estupendos que sean, y ningún método le salva. ¡No podemos creer que los cambios metodológicos (escuela 2.0, 3.0, o la que sea) cambiarán la educación por sí solos!
Esto tiene que ver con la cita de Rassam que encabeza este blog, y pone de manifiesto la relevancia del estilo personal del profesor en la enseñanza. ¡La personalización de la enseñanza empieza por los profesores! Pienso que los procesos de innovación y de renovación fecundos los llevan a cabo profesores que desarrollan con autonomía su estilo personal y ¡que se divierten enseñando! Esta es una cuestión clave: ¿cómo conseguir que los profesores vayan a clase con ilusión y se lo pasen bien? Porque un profesor se divierte cuando hace lo que le gusta (enseñar, aprender para enseñar más y mejor...), percibe que sus alumnos están receptivos y le aceptan, ve que ejercita sus cualidades personales, que mejora y que su trabajo contribuye al crecimiento y la mejora de sus alumnos...


sábado, 12 de noviembre de 2011

Magistrales, por favor

Uno de los tópicos de la ortodoxia 2.0 es denigrar las clases magistrales. Si se trata de rechazar las clases aburridas, vale. Si se está sugiriendo que el profesor no debe pasarse las clases hablando él solo, vale. Si se quiere decir que es bueno utilizar metodologías variadas, vale. ¡Pero a quien no le gusta escuchar a quien sabe de un tema hablar de él con entusiasmo! Porque lo único malo de las clases magistrales es que no sean magistrales... Es más, si un profesor no es capaz de dar una clase magistral, entonces no merece el nombre ni la consideración de maestro, magister.

Foto: Gonzalo Deán Oroz

¿Eres un profesor 2.0?

Un ejemplo de confrontación estéril entre tradición y modernidad lo encontramos en el blog "Jaque al profe 1.0" (el título dice mucho):


Un Docente 2.0: Educador Invisible. Es aquel que sabe opinar, expresarse, comunicar, compartir, conversar, crear, producir, innovar y participar en la Web. Es aquel/aquella trabajadora del conocimiento que:
  • Trasciende las cuatro paredes del salón: Ofrece webinars, webcasts, screencasts, podcasts, bloguea, tuitea, conversa y sabe comunicar en diferentes contornos de aprendizaje. Tiene la habilidad de dispersarse entre el mundo físico y virtual en el momento adecuado.
  • Enseña de manera informal y descentralizada: Utiliza lo que ocurre en el mundo para conectar a los estudiantes con el aprendizaje significativo y permanente. Es un educador impredecible, caótico, flexible y democrático.
  • Tiene identidad digital: Administra cursos LMS: Moodle/Blackboard/Chamilo/Edu.2.0. Pero además posee un blog, página personal, portafolio electrónico, página wiki, canal de vídeos y presentaciones flash. 
  • Comparte lo que sabe: Participa en actividades presenciales y virtuales sin esperar nada a cambio. Poseemos lo que somos por las contribuciones que hacemos (George Siemens). Sólo se pierde lo que se guarda, sólo se gana lo que se da (Antonio Machado)
  • Cree en el contenido abierto: Las ideas no son definitivas; otros ya han creado lo mismo o mejor que tú. No le preocupa que le roben sus ideas. El conocimiento le pertenece a la humanidad. El conocimiento abierto es la energía del siglo 21 (Cristobal Cobo).
  • Aprende de manera transparente: Aprende de y con las personas, orzanizaciones y bases de datos. Cuando aprendemos de forma transparente nos volvemos profesores (George Siemens).
  • Aumenta su nivel de productividad: Utiliza recursos de la web para gestionar el conocimiento y procesar tareas administrativas. Utiliza dispositivos electrónicos para conectarse con las herramientas de la web.
  • Investiga y comparte: Crea wikis, o lecturas en PDF en donde comparte sus hallazgos en diferentes escenarios de aprendizaje: PLE, PLN, SLE, PDE, COIN.
  • Diseña sus propios contenidos didácticos: Aplica el conocimiento en variadas formas de representación multimedial sin transcribir literalmente lo que dicen los impresos.
  • Es ubicuo: accede al conocimiento y se comunica con otros desde cualquier dispositivo electrónico a cualquier hora.
  • Siempre está actualizado/a: Utiliza RSS y otros recursos automatizados para suscribirse a canales informativos.
  • Utiliza más de una plataforma: No existe una plataforma educativa perfecta y única. La mejor plataforma de eLearning es UNO mismo/a y sus estudiantes: es la ACTITUD.
  • Utiliza herramientas invisibles: Recursos digitales de la web con las que puedes producir artefectos de contenido sin necesidad de utilizar el procesador del computador, memorias flash ni programas propietarios.
  • Accede a eventos globales: Congresos, cumbres, seminarios, talleres, plenarias, cenferencias y diversidad de eventos vía streaming o diferidos sin tener que gastar un céntimo en viajes, hospederías y traslados. Aprende de otros y con otros todo lo nuevo y actualizado.
  • Promueve la universidad verde: Utiliza eBooks, lecturas en PDF, vídeos, y artefactos digitales sin costo alguno para los estudiantes. El ahorro en el consumo de papel y cartuchos de tinta es enorme. Ahora, la universidad se queja de los gastos recurrentes ocasionados por la tecnología, pero no tiene la capacidad de fomentar esta práctica en su comunidad.
  • Teoriza su propia práctica: No espera por talleres de desarrollo profesional, manuales o guías pedagógicas prescriptivas, sino que se atreve a estructurar por sí mismo/a nuevas experiencias instruccionales. Experimenta y analiza los resultados con sus estudiantes y comparte la experiencia con la comunidad educativa.
  • Participa en redes transnacionales: Es integrante en distintas redes profesionales, sociales, de apoyo y cognitivas. Desde distintas dimensiones puede aportar o contribuir con conocimientos, experiencias o artefactos digitales para el bien común de la red.
  • Sabe dónde conseguir lo que necesita: La capacidad para conseguir lo que se necesita es más importante que lo que ya se conoce o sabe.
  • Sabe desempeñar múltiples funciones: Estructurador, desarrollador, facilitador, administrador, colaborador, moderador, tutor, mentor, coach ycurator.
  • Fomenta el pensamiento divergente: Permite que sus estudiantes cuestionen lo que aprenden y vayan más allá de lo que dicen los textos. Les permite crear, innovar, experimentar, empoderarse, emprender.
  • Sabe trascender lo conocido: Los estudiantes de hoy no vienen a escuchar lo que ya está impreso en los textos. Vienen a experimentar, explorar, descubrir, crear, innovar y producir. Jamás conocerán lo desconocido, si se aferran a lo ya conocido.
  • Enseña a aprender de los errores: Conocer lo falso como falso es una gran experiencia, porque es la única forma en la que uno llega poco a poco a saber lo que es la verdad. Para conocer la verdad como verdad, el camino pasa por la experiencia de conocer lo falso como falso (Osho). No podemos seguir enseñando lo correcto, lo lineal, lo fácil de evaluar, lo cómodo para diagnosticar. Debemos ver el aprendizaje como un camino, no como una meta a seguir.
  • Permite las múltiples manifestaciones de la inteligencia: Aprobar no significa aprender. Los estudiantes deben aprender a aprender, solucionar problemas complejos, manejar conflictos, pronosticar fenómenos, crear, producir, innovar y reinventarse. Nuestra generación ha pasado de la contemplación y el silencio a la distracción y el movimiento (George Siemens).
  • Logra que sus estudiantes sigan conectados al aprendizajeDeberíamos tener como meta que un estudiante tuviese una red global de amistades y relaciones para el resto de su vida (Alan November, ISTE 2010). Esa es la mejor huella que un educador podría dejar en sus estudiantes...
El educador tradicional, aunque utilice la tecnología en sus clases, es un profesional que proviene de una era predecible en la que: 
  • dicta sus clases a la misma hora y en el mismo lugar
  • utiliza el mismo estilo de enseñanza: conferencia magistral y taller
  • utiliza el mismo material didáctico: libros, revistas especializadas y fotocopias
  • utiliza la misma herramienta tecnológica: Proyector y PowerPoint™
  • promueve el aprendizaje memorístico-repetitivo
  • administra el mismo tipo de examen: estanradizado
  • aclara dudas en clase o en horas de oficina presencial (si está)
  • utiliza el mismo conocimiento durante décadas
  • sólo está conectado al quehacer académico
  • siente, piensa y actúa de igual manera

¿No os parece petulante?



No me tuitees

Un error que, a mi juicio, se comete con frecuencia es pensar que, porque existe un dispositivo o una aplicación, hay que usarla en educación, sin mayor análisis crítico. Pongamos por ejemplo... Twitter. En Blog Cescor aparece esta lista de posibilidades de uso:


1. Tablón de anuncios: Para comunicar a los estudiantes cambios en el contenido de los cursos, horarios, lugares u otra información importante.
2. Resumiendo: Pedir a los alumnos que lean un artículo o capítulo y, a continuación, hacer un resumen o síntesis de los principales puntos. Un límite de 140 caracteres exige mucha disciplina académica.
3. Compartir enlaces: Periódicamente cada estudiante tiene la obligación de compartir con sus compañeros enlaces interesantes que haya descubierto.
4Twitter al acecho: Seguir a un personaje famoso y documentar su progreso. Mejor aún si esta acción se puede vincular a un evento. Por ejemplo, durante la elección presidencial de los EE.UU., muchas personas siguieron @ BarackObama y se mantuvieron al día de sus discursos, etc.)
5. El Tweet del tiempo: Elegir una persona famosa del pasado y crear una cuenta de Twitter para ella – elegir una imagen que represente su figura histórica- y en un plazo de tiempo estipulado escribir tweets asumiendo el rol de ese personaje, con un estilo y utilizando el vocabulario que pensemos que él utilizaría (por ejemplo, Cervantes, William Shakespeare, Julio César).
6. Micro-encuentros: Mantener conversaciones en las que participen todos los estudiantes suscritos a la cuenta de Twitter. Generar debates o reflexionar sobre la clase diaria.
7. Microcuentos colaborativos: Escritura progresiva y colaborativa para crear microrrelatos en 140 caracteres. De acuerdo con los estudiantes se turnan para contribuir a un cuento o “historia” en un período de tiempo.
8Traducir frases: Enviar tweets en lenguas extranjeras y pedir a los estudiantes que respondan en la misma lengua o que traduzcan el Tweet a su idioma nativo.
9. Tweming: Comenzar un tema (de acuerdo a una etiqueta única precedida por #) para que todo el contenido creado sea capturado automáticamente por Twemes u otroagregador.
10Twitter amigo: Animar a los alumnos a encontrar un amigo de otro país y conversar regularmente con él durante un período de tiempo para conocer su cultura.
No es la primera vez que oigo o leo que la limitación de los mensajes a 140 caracteres es una ventaja. ¡Pero si el problema es que nuestros alumnos tienen serias dificultades para escribir un folio exponiendo razonadamente un tema! De lo que que escuché hace tres días a Robert Swartz, director del Nacional Center for Teaching Thinking (http://nctt.net/), me interesó especialmente la sugerencia de enseñar a escribir como estrategia para enseñar a pensar. Me atrevo a decir que la función del profesor consiste  básicamente en dialogar (enseñar a escuchar y a hablar) y enseñar a escribir; eso es enseñar a pensar, ése es el corazón de la enseñanza.


¿Ha muerto el libro?


Cuando oigo hablar de las TIC en educación, dos cosas se me vienen a la cabeza: que se usan poco y que, si hiciéramos lo que nos dicen algunos expertos promotores, las usaríamos demasiado. Pienso que buena parte de los profesores no tenemos integradas en nuestras propias vidas las TIC, de modo que difícilmente las integraremos adecuadamente en el ejercicio de la profesión. Habrá más de una razón para que esto sea así; la misma rapidez con que se quedan viejas las nuevas tecnologías provoca mucha pereza…
Por otra parte, tenemos una duda razonable sobre los beneficios de su aplicación a la enseñanza. Por ejemplo: cuando nos quejamos de que los niños y los jóvenes no leen, se nos responde que sí, pero en las pantallas. Sin embargo, lo que observamos en las aulas cada día es que, cuando se les pide que lean en voz alta,  lo hacen mal, tienen un vocabulario escasísimo y escasa comprensión lectora. En una reciente charla de Inger Enqvist sobre el modelo educativo finlandés me llamó la atención el énfasis que ponen los finlandeses en la lectura… ¡y en el domino de la lengua por parte de los profesores!
Pienso que los niños y los jóvenes que han crecido con las pantallas tal vez estén desarrollando una especial habilidad para leer… iconos e intuir en qué parte de la pantalla pinchar o qué teclas pulsar. Incluso si hay texto en la pantalla, buscan el icono, la imagen, el símbolo que les guíe… No quieren leer, quieren actuar. El desarrollo de la reflexión y del razonamiento requiere bastante más que esta lectura icónica. ¿Por qué entonces en sitios web, en blogs, en conferencias que tratan de impulsar la escuela 2.0 se declara la muerte del libro? ¿El papel y las pantallas son incompatibles? ¿No se puede fomentar la lectura y la reflexión con las TIC?



martes, 1 de noviembre de 2011

Lo nuevo es lo sabido

M.L. es una vecina de mi pueblo. Pedagoga de formación (aunque trabaja en otro campo) y madre en ejercicio. Coincidimos la semana pasada, ella saliendo y yo entrando para escuchar a Montserrat del Pozo, que se prodigó la misma tarde en dos sesiones, una para padres y otra para profesores. Dos ideas claras salen en la conversación (en esta mañana tibia y luminosa de otoño): primera, lo que se propone como nuevo es en realidad algo ya sabido; el trabajo cooperativo es el trabajo en grupos de toda la vida; la apelación a las inteligencias múltiples no deja de ser una versión made in usa de la idea de la educación integral y personalizada, etc. Esto no quiere decir que no sea interesante y digno de atención, porque seguramente lo que ocurre es que la idea vieja esté por estrenar... en la práctica diaria de los profesores.
Lo mismo en el caso de padres y madres: tantas veces el sentido común es lo novedoso, no en razón de descubrimiento reciente sino de criterio que se debe aplicar en el día a día, ¡porque no lo tenemos aún en cuenta en su justa medida!: la necesidad de la obediencia, de fomentar la autonomía del hijo, de no valorar únicamente la inteligencia verbal y la lógico-matemática... Estas cosas ha detectado M.L. y yo estoy de acuerdo.
La segunda idea clara (ya digo que la mañana acompañaba) es que la madre Montserrat transmite entusiasmo, optimismo, deseos de mejora... ¡Los educadores estamos muy necesitados de estímulo! Nos llegan demasiados mensajes negativos: no estamos al día, hay mucho fracaso escolar (culpa nuestra), seguimos metodologías obsoletas, no somos creativos, no... La llamada al cambio de Montserrat del Pozo empieza por reclamar "una relación inteligente con el pasado", una mirada que reconozca lo que hacemos bien para emprender la mejora apalancados en nuestros puntos fuertes.
Hay que seguir profundizando en la idea de que la innovación tiene mucho de renovación, de puesta en valor, en valor actual y efectivo, de lo que ya sabemos.


Foto: Gonzalo Deán Oroz