domingo, 18 de diciembre de 2011

Violencia, amor y diálogo


“La agresividad es en el fondo una solicitud de diálogo;
la violencia, un diálogo frustrado”

[Juan Rof Carballo]



En la familia se descubren tres verdades fundamentales de la existencia humana:
  • la propia indigencia (la necesidad que tenemos de los demás, de nuestros padres especialmente),
  • el valor incondicionado de uno mismo (en cuanto objeto del amor de padres y hermanos) y –síntesis de lo anterior–
  • el valor del otro como don.

Por eso podemos decir que la familia es el lugar donde se aprende a hablar..., pues se habla y se escucha sólo a quien se acepta. El diálogo presupone la aceptación del otro, que es un rasgo esencial de toda forma de amor.
Si aumenta la violencia es que decrece la familia. 

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