¿Hay que cambiar la educación?

Innovación, renovación, cambios, reformas... ¿Es que no hay nada estable en educación, algo que tenga un valor constante, que podamos considerar permanente? Desde hace años lo constante parece ser el malestar. Nos dicen que hay que cambiar, que esto no va bien. Nos enfadamos: ¿es que todo lo hacemos mal? "No, que no –nos dicen–, no es eso". Entonces, ¿qué es? ¿Sabe alguien qué hay que hacer?
En ámbitos académicos universitarios se debaten los nuevos paradigmas educativos, las nuevas corrientes pedagógicas, las nuevos propuestas didácticas... Pasan los años y el marchamo de la novedad encanece, mientras las aulas se mantienen al margen del debate académico, que se mueve en otro mundo y cuyas consecuencias para el día a día ignoran. Este maridaje entre un confuso presentimiento de que algo no va y una confusión mayúscula sobre dónde hay que ir, resulta muy indigesta para el profesor. Lo que ocurre con las ¿nuevas? tecnologías aplicadas a la educación es muy sintomático; pero de esto hablaremos otro día.

Comentarios

  1. ¿Qué te parece una buena educación del carácter? Además de valores hay que incluir virtudes... Si nos quedamos en la teoría todo será muy bonito, pero poco real. Las acciones hacen posibles el cambio. ¡Y qué mejor que unas acciones virtuosas!

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