jueves, 12 de abril de 2012

Cuando la bolsa es la vida

En un ayuntamiento quieren plantar cannabis para enjugar el déficit y crear algún puesto de trabajo. En otro ayuntamiento mediterráneo se debate sobre la invasión de universitarios británicos (suponemos que estarán matriculados en alguna universidad) en busca de juerga nocturna. Los hosteleros de la zona dicen que es bueno que el pueblo esté lleno de jóvenes (que consumen), que, si no, estaría desierto. El resto de ciudadanos se queja de la barbarie.
Con argumentos monetarios –todo por la pasta– se puede defender el mantenimiento de la industria de armamento, las relaciones diplomáticas con gobiernos opresores, injustos y corruptos (para proteger los intereses de las empresas españolas etc.) o la legalización de la prostitución, por ejemplo. Todo se sacrifica al dios Mammón.
"Todo lo que no sea casarse por dinero es puro erotismo". Se lo oí hace años a un compañero-y-sin-embargo-amigo (¡que en paz descanse!). La ironía era más evidente por el hecho de que él era un artista y, sobre todo, un hombre bueno: sabía muy bien lo que era hacer las cosas por amor al arte o, mejor, por amor al bien.

miércoles, 11 de abril de 2012

Autoridad amante

A los alumnos de Orientación Educativa

Varios programas de tv (en minúsculas, que no da para más) tratan asuntos de educación en formato de reality show. Unos padres no hacen carrera con sus hijos y acuden a un experto para que les ayude: éste es el argumento. Un denominador común de los casos suele ser la falta de autoridad de los padres y el descontrol de los hijos. Y es que una mala comprensión de lo que es la libertad y del significado de la autoridad está en la raíz de muchos males de la educación.
Ante todo es preciso deshacerse de la idea de que son realidades opuestas. La autoridad sin libertad es mero poder, como el que tiene el pastor sobre el rebaño; la libertad, sin autoridad que la encauce, es simple antojo, como el ir y venir de las vacas en el prado. La libertad crece en los cauces de las normas y el compromiso; la autoridad abre los cauces, indica las normas y apuntala los compromisos.


Hay otro aspecto del asunto que se olvida: el ejercicio de la autoridad en educación (¡una pesadez!) es fruto del deseo de ayudar al hijo o al alumno en su proceso de crecimiento. A quien se quiere se le exige que dé más de sí. El amor es el fundamento de la autoridad. ¿O no?

lunes, 9 de abril de 2012

El rebaño digital

En mis años de colegio, cuando llegaban las notas a casa (¡mensualmente!), pedía a mis padres dinero para comprar un libro. Así entraron a mi casa Enid Blyton, Julio Verne, Harper Lee, Sigmund Freud... Rectifico: no entraron en mi casa, entraron en mi mente y contribuyeron a conformar mi manera de ver el mundo y mi personalidad.

Si, en lugar de leer libros –me da igual el formato–, "blogeo, twitteo y wikeo todo el tiempo, ¿cómo afecta esto a lo que soy?” Jaron Lanier –el inspirador de Second life– se hace la pregunta en su ensayo Contra el rebaño digital (Debate 2011). Antes Nicholas Carr publicó Superficiales. ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes? (Taurus 2010):
"Basándose en autorizadas voces de campos que van desde la neurología a la educación, Carr sostiene que la diaria entrega a las multitareas digitales está incidiendo de manera notoria en la manera de conocer de toda una generación. El pensamiento lineal entra en crisis. Se abre paso un mundo distraído, confundido, compulsivo y ansioso, que mientras premia lo rápido, eficiente y útil, se hace incapaz de concentrarse en una sola cosa; un mundo cultural herido en esas habilidades de reflexión y contemplación que conducen al pensamiento crítico y conceptual, dañado en la memoria a largo plazo y en la agilidad creativa" (M. A. Sánchez de la Nieta en Aceprensa, 23-03-11)

domingo, 8 de abril de 2012

Economía y bien común

Una ventaja de la crisis económica es que está poniendo en marcha algunas cabezas pensantes. José Javier nos ha puesto en la pista de una tercera vía entre el capitalismo tal como lo conocemos y la economía planificada socialista: La Economía del Bien Común. Me resulta particularmente interesante la idea de que la aportación de las empresas al bien común puede ser medida y cuantificada para recibir después ayudas públicas en proporción a su contribución. La idea no se queda por tanto en una mera invocación etérea a la ética, sino que se traduce en propuestas que pueden convertirse en leyes, que es a lo que aspiran los promotores de este modelo económico.

Veremos en qué queda este movimiento. Lo que veo claro es que la economía sin ética no funciona. Es muy significativo que, desde que comenzó la crisis, se venga hablando de crisis de confianza, algo tan poco monetario, tan intangible y... ¡tan esencial para la vida social! No pueden darse relaciones sociales (ni económicas, por consiguiente) si no están fundadas en la confianza mutua y en las virtudes que le dan consistencia: honradez, sinceridad, respeto, lealtad, fidelidad...


La clave es: ¿puede sostenerse una ética sin Dios? Nos quedamos, de momento, con unas palabras que pronunció Benedicto XVI el sábado:
"Hoy podemos iluminar nuestras ciudades de manera tan deslumbrante que ya no pueden verse las estrellas del cielo. ¿Acaso no es esta una imagen de la problemática de nuestro ser ilustrado? En las cosas materiales, sabemos y podemos tanto, pero lo que va más allá de esto, Dios y el bien, ya no lo conseguimos identificar."
La actual crisis parece demostrar que, en lo material económico, tampoco sabemos ni podemos tanto.

La corbata, las corbatas

Decíamos ayer... Dejadme decir alguna tontería. ¿Hay alguna prenda de vestir masculina más inútil que la corbata?

– Puede ser bonita.
– Entonces suele ser más cara.
– Calienta la garganta...
– Lo mismo que si te atas el cuello de la camisa.
– Pero entonces no te calienta la tripa.
– Pero evitas manchártela con la comida, el café...

Quizás la corbata sólo es una muestra de la vanidad masculina.
O una reliquia del pasado.
O una prueba del conservadurismo general, simple adaptación a los convencionalismos sociales.
En cualquier caso, algo prescindible.

Me pregunto cuántas "corbatas" hay en nuestras vidas.