lunes, 31 de octubre de 2011

Éxito escolar


Después de muchos años me he reencontrado con un antiguo alumno, ya cerca de la cincuentena. Él, profesional liberal; yo, cliente: el pago, una cerveza. Me cuenta que trabajó por cuenta ajena, para varias empresas, y que lo dejó en beneficio de la salud, aunque le supuso dejar de ganar más de la mitad de lo que se embolsaba entonces.
Cambiamos de bar. Nos vamos encontrando con personas que son vecinos y algunos también clientes. Se le ve integrado en el barrio, el suyo de toda la vida, el barrio del colegio donde coincidimos hace más de tres décadas.
Ha comprendido que su trabajo es un servicio a la sociedad. De alguna manera, devuelve con su trabajo lo que ha recibido de su familia, del colegio, de la sociedad. Mientras damos cuenta de un plato de patatas bravas (¡ha subido la minuta!) no puedo dejar de pensar que esto es auténtico éxito escolar.


Sor Innovación y Fray Ejemplo


El viernes pasado asistí, junto a cientos de profesores, a una sesión informativa-formativa de Montserrat Del Pozo, directora del Colegio Montserrat de Barcelona, y otra madre de su misma congregación, directora de otro colegio de Lanzarote, si no recuerdo mal . El modelo educativo que desarrollan estos centros es el de la Inteligencias Múltiples, modelo que han sabido poner en conexión con otros planteamientos innovadores, parciales (como el método Suzuki) y la doctrina de las competencias básicas.
Lo primero destacable es la capacidad comunicadora de la madre Montse, su inteligencia, humor, dinamismo contagioso... Pero la clave para mí está en que despliega un discurso sobre experiencias reales, visibles. Diez días antes participé en una sesión dirigida por profesores de la universidad norteamericana que en buena medida inspira el modelo educativo del Colegio Montserrat: en cuatro horas no se transmitió ni la vigésima parte de lo que, en tres horas, se transmitió en el encuentro con estas dos monjas.
Me quedo con algunas ideas:
– El deseo de cambio no está reñido con mantener una relación inteligente con el pasado. Hay que conservar lo que son nuestros puntos fuertes. En Navarra a esto le llamamos "amejoramiento". Se trata de cambiar lo negativo o inútil y mejorar lo positivo que ya tenemos.
– ¡Nos recomendó no leer libros de educación! ¡Ay!
– El principal recurso educativo es el profesor (¡otro ay!). La tecnología es un medio. (Después de la sesión me interese por el modelo TPACK como marco para la integración de las Tic en la enseñanza y fue muy agradable descubrir un poco de sentido común. Ya hablaremos.)
– Los cambios y mejoras en educación requieren romper rigideces: en el modo de agrupar a los alumnos, en los horarios, en la tabiquería de las aulas... ¿Seríamos capaces de hacer esto en la enseñanza pública?

Aire fresco; buenas ideas, apoyadas en realidades; actitud positiva ante el futuro...



jueves, 27 de octubre de 2011

¿Hay que cambiar la educación?

Innovación, renovación, cambios, reformas... ¿Es que no hay nada estable en educación, algo que tenga un valor constante, que podamos considerar permanente? Desde hace años lo constante parece ser el malestar. Nos dicen que hay que cambiar, que esto no va bien. Nos enfadamos: ¿es que todo lo hacemos mal? "No, que no –nos dicen–, no es eso". Entonces, ¿qué es? ¿Sabe alguien qué hay que hacer?
En ámbitos académicos universitarios se debaten los nuevos paradigmas educativos, las nuevas corrientes pedagógicas, las nuevos propuestas didácticas... Pasan los años y el marchamo de la novedad encanece, mientras las aulas se mantienen al margen del debate académico, que se mueve en otro mundo y cuyas consecuencias para el día a día ignoran. Este maridaje entre un confuso presentimiento de que algo no va y una confusión mayúscula sobre dónde hay que ir, resulta muy indigesta para el profesor. Lo que ocurre con las ¿nuevas? tecnologías aplicadas a la educación es muy sintomático; pero de esto hablaremos otro día.