martes, 24 de mayo de 2022

Aprender a perdonar (2/2)

 En la segunda parte de su artículo, Jutta Burggraf repasa algunas de las actitudes que nos disponen a perdonar. En primer lugar, el amor:

«Perdonar es amar intensamente. El verbo latín per-donare lo expresa con mucha claridad: el prefijo per intensifica el verbo que acompaña, donare. Es dar abundantemente, entregarse hasta el extremo. El poeta Werner Bergengruen ha dicho que el amor se prueba en la fidelidad, y se completa en el perdón.»

«(...) Amar a una persona quiere decir hacerle consciente de su propio valor, de su propia belleza. Una persona amada es una persona aprobada, que puede responder al otro con toda verdad: "Te necesito para ser yo mismo"».

Negarle a otro el perdón supone quitarle de alguna manera el espacio para desarrollar su propia intimidad. «Cuando, en cambio, concedemos el perdón, ayudamos al otro a volver a la propia identidad, a vivir con una nueva libertad y con una felicidad más honda.»

Esa disposición a perdonar es posible a condición de comprender la debilidad y vulnerabilidad del otro y, al mismo tiempo, creer que es capaz de cambiar y evolucionar.

Perdonar implica humildad y generosidad«Significa ir más allá de la justicia. Hay situaciones tan complejas en las que la mera justicia es imposible. Si se ha robado, se devuelve; si se ha roto, se arregla o sustituye. ¿Pero si alguien pierde un órgano, un familiar o un buen amigo? Es imposible restituirlo con la justicia. Precisamente ahí, donde el castigo no cubre nunca la pérdida, es donde tiene espacio el perdón.»

[Para leer el artículo de Jutta Burggraf completo: Aprender a perdonar]

[Entrada sobre la primera parte del artículo]

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